Honduras y su reprobación constante en la cuenta del milenio

Crónica de una muerte anunciada

Ana Gabriela Herrera
Economista, Profesora Universitaria, Investigadora y Feminista.

¿Qué es la cuenta del milenio? ¿Qué efectos tiene la reprobación de Honduras en está cuenta? ¿Por qué reprobamos constantemente está cuenta?

Son preguntas que posiblemente se encuentren en la mente de la mayoría de los hondureños(as) en las últimas 12 horas dado que por noveno año consecutivo Honduras ha reprobado (como era de esperarse) en los indicadores de la Cuenta Desafío del Milenio. Sin embargo, antes de continuar con la narrativa de la crónica de una muerte anunciada desde el año 2009 donde Honduras perdió el Estado de Derecho y la institucionalidad, es importante, que las personas comprendan esas preguntas que resuenan en sus cabezas.

En primer lugar, la cuenta del milenio es un programa “innovador” que fue diseñado en 2004 para reducir la pobreza de los países en vías de desarrollo considerando como elemento fundamental el crecimiento económico sustentable (lo que indica que considera las generaciones futuras y la protección al ecosistema). En segundo lugar, los efectos de la reprobación son que Honduras no puede ser seleccionada para acceder a fondos para tratar los temas primordiales que conduzcan el desarrollo del país porque no cuentan con indicadores económicos, institucionales, sociales y políticos adecuados, es decir, no llega a la nota mínima para aprobar a dicha iniciativa.

En tercer lugar, la reprobación en dicha cuenta se debe a múltiples factores, no obstante, resulta interesante comprender como caracteriza a la economía hondureña esta iniciativa ya que muestra estadísticas o datos relevantes en materia económica y demográfica, como que Honduras tiene hasta el momento 9.9 millones de habitantes que tiene un ingreso promedio por persona de $2,200 al año considerándose como un país de ingreso medio-bajo, y, que es un ingreso en lempiras de L 54,000 al año, que mensualmente representan L 4,500 y diariamente ronda L 150 para que una persona subsista.

Estos datos muestran que si obtenemos una estadística descriptiva básica posiblemente una gran parte de la población no accede ni al salario mínimo legal promedio, lo que los ubica en situación de pobreza. Este dato no deja de tener sentido cuando se observa la tasa de pobreza relativa del país donde a 2021 más de 70% de los hogares viven en pobreza monetaria. Esto es solo un poco de la realidad en la que viven los hondureños(as) día a día, esto es traspasar la cifra estadística a una vivencia diaria que nos impacta, aunque no lo veamos explícitamente.

Ahora, respondamos en qué elementos ha fallado Honduras en 2021 y en los último nueve años para no acceder a esta iniciativa por noveno año consecutivo, en primera instancia, en el ámbito económico el mayor problema se presenta en cuánto se tarda un empresario para iniciar su negocio, ya que mágicamente las finanzas públicas, la inflación, la calidad de la regulación, la política comercio exterior, las consideraciones de género en la economía, el derecho y acceso a la tierra, así como el acceso al crédito si han estado bien manejados según lo indicadores que provienen de fuentes como el Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial.

En segunda instancia, las peores evaluaciones las tenemos en justicia, donde, reprobamos en las libertades civiles, esto debido a que no hay efectividad en el gobierno (indicador, en donde, también reprobamos, ¡Vaya sorpresa!), no se controla la corrupción como efecto de lo anterior, ni existe Estado de Derecho o libertad de información. Cuanta ironía y contradicción entre los económico y lo legal.

En tercera instancia, los indicadores de inversión en las personas por los cuales reprobamos son el gasto en educación primaria, tasas de vacunación (pero estamos bien en salud) y tasa de matrícula de las mujeres en educación secundaria, dada está información, ¿a qué tipo de empleo se enfrentan los(as) jóvenes en el país y en especial la población femenina?

Este informe es el reflejo de la crónica de una muerte anunciada ya que pone en evidencia el mal manejo de los programas y proyectos del actual Gobierno, debido a que tras 12 años el país no ha avanzado, si no que, ha retrocedido hasta el punto en que se ha incrementado el porcentaje de población que vive excluida de gozar de mejores condiciones de vida, situación que coloca en riesgo el desarrollo humano sostenible que debería ser la visión de país que la “Honduras de allá” visualizó a 2021, pero que sigue sin cumplirse.

Este debe ser uno de nuestros impulsos para detener a los ladrones del erario, es hora de que aprobemos en nuestros indicadores y que estos se reflejan en el bienestar de la población, es hora de que comencemos y construyamos una nueva Honduras de la mano de Xiomara Castro.

Este 28 de noviembre por Honduras y las futuras generaciones, SE VAN.

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