Arte, cultura y patrimonio
Aun con menos recursos de los necesarios, el gobierno del Poder Ciudadano contó con una agenda amplia de trabajo en materia cultural, encargada a profesionales de ese campo. Quienes articularon una política para descentralizar la gestión, con creación de los Consejos regionales y locales de cultura, el fortalecimiento de las Casas de la Cultura y Bibliotecas Municipales como entes públicos, con apoyo esencial de las alcaldías y de organizaciones culturales locales independientes. Mientras que se profesionalizaron las labores centrales de coordinación y planificación técnica, búsqueda de cooperación de internacional, edición de un material bibliográfico rigurosamente seleccionado para publicación, etc. Funcionó.
Con el régimen nacionalista experimentamos lo contrario: la transformación de la Secretaría de Estado en una “Dirección” de otra gran burocracia, se limitó la capacidad de maniobra institucional, así como también minó la posibilidad de cooperación potencial directa. Las instituciones del Estado de Honduras encargadas de la conservación, promoción y difusión de la cultura, artes y custodia del patrimonio sufrieron un proceso de degradación y retroceso. También se produjo un deterioro de la condición de los actores, públicos y privados involucrados en el quehacer cultural y artístico.
Los consejos regionales de cultura se desarticularon, y se ha intentado visibilizar a grupos afines organizados como si fueran sustituto ideal del Estado y de las organizaciones independientes. Las Casas de la Cultura siguen existiendo en algunos municipios del país, pero dependen de las alcaldías o de voluntariados. La pujante Dirección General del Libro y el Documento, que publicó decenas de libros imprescindibles para la historia y las letras del país no existe más. La oficina de publicaciones del Instituto Hondureño de Antropología e Historia igual abandonó sus programas de investigación y protección del patrimonio y disminuyó la calidad y cantidad de sus publicaciones y descuidó el manejo de las colecciones museográficas. A este panorama desolador, se agrega la precariedad y permanente amenaza de cierre de centros de enseñanza artística, casas de la cultura, museos y espacios culturales. Mientras la cooperación internacional en materia cultural ha seguido un estándar neo- liberal, viendo la gestión y la producción cultural de Honduras como nada más que un branding potencialmente mercadeable.
Con el advenimiento de la pandemia del COVID-19 en 2020, se generó un escenario aún más complejo, siendo el frágil sector cultura, artes y patrimonio duramente golpeado. La emergencia sanitaria y las subsiguientes medidas de confinamiento condujeron al cierre de los espacios culturales y artísticos, así como la clausura de los sitios históricos y patrimoniales. Eso tuvo un profundo impacto, tanto en la capacidad de sustentación de sus operarios y responsables, como el sostenimiento, mantenimiento y conservación de los propios espacios y oficios.
La pandemia ha desnudó la fragilidad del sector. La falta de reconocimiento del aporte de la cultura, artes y patrimonio a la economía del país, la llamada economía naranja, con la consecuente carencia de mecanismos de apoyo para sus emprendimientos y de protección social para sus trabajadores, ha generado una situación de cierre masivo. El estado actual del tema cultural de Honduras como asunto del Estado manifiesta, cinco características fundamentales:
- Un abandono y negligencia de los sitios patrimoniales e históricos del país, debido a la disminución del presupuesto institucional, como de la cooperación internacional y el turismo. Esto implica también una mengua de las investigaciones y registros sobre el estado del patrimonio.
- Falta de una política cultural y artística del Estado establecida en ley y de un responsable, y asimismo falta de una normativa para manejar el tema y la relación entre actores e instituciones dedicadas al registro, difusión y promoción de la cultura y el patrimonio.
- Suplantación de la labor institucional del Estado en la gestión, difusión y conservación del patrimonio, las artes, la reflexión humanista y el conocimiento científico. Organizaciones con o sin fines de lucro absorbieron las funciones de la institucionalidad pública extinta, para sin éxito convertir en lucro potencial las manifestaciones culturales o bien trivializarlas como marca para mercadeo.
- Desvinculación del tema cultural y artístico con el de desarrollo. El branding y la política corporativa llevados a cabo por fundaciones y empresas dedicadas a sectores relacionados como el turismo no contemplan ni identifican a la cultura misma como un potenciador del desarrollo y gestor de su propia economía.
- Y las campañas y proyectos de “difusión” llevados no dimensionan la cultura como eje, sino como una mercancía.
Propuestas en materia de Arte, Cultura y Patrimonio:
LIBRE se propone impulsar la Cultura y Artes para comprometer y liberar a sus públicos a la vez que se construye un amor patrio solidario, consciente y crítico. Se deben impulsar y re- producir la investigación de nuestras raíces, indispensable para conocernos a nosotros mismos y divulgar nuestra diversidad cultural y nuestra historia múltiple para construir una identidad nacional dinámica y creativa.
El gobierno de LIBRE renovará una política pública en materia de artes, cultura y patrimonio que garantice el pleno acceso, promoción y protección de la cultura, el arte y el patrimonio, respetando su profesionalización. Para ello, en la reconstrucción del Estado, se restablece- rán los organismos que rigen las políticas culturales y artísticas de la nación desde el Esta- do.
- En nuestro gobierno restituiremos la institucionalidad de la Cultura y las Artes a rango prioritario. Como Secretaria del Estado, Coordinadora de institutos especializados con propias capacidades operativas y de gestión descentralizada, dotándolos de recursos y facultades suficientes para garantizar su adecuado y efectivo funcionamiento.
- Dentro las medidas que se plantean están:
- Crear el Instituto Hondureño de las Artes, como un órgano descentralizado enfocado en la formación, investigación, creación, divulgación, subvención y fomento de las artes.
- Fortalecer la gestión del Instituto Hondureño de Antropología e Historia y su mecanismo rector, garantizando el registro y protección de los sitios patrimoniales e históricos del país.
- Restaurar con autonomía el Instituto Hondureño del Libro y el Documento para manejar la Editorial del Estado, junto con la Biblioteca Nacional y Red Nacional de Bibliotecas, el Archivo Nacional y la Red de Archivos Históricos desconcentrados.
- Asumir la responsabilidad de un Instituto de Educación Artística para la formación artística en todos los niveles de enseñanza y la profesionalización.
- Crear el Instituto Hondureño de las Artes, como un órgano descentralizado enfocado en la formación, investigación, creación, divulgación, subvención y fomento de las artes.
- Asegurar desde el IHAH la propiedad estatal sobre los suelos de la antigua ciudad sagrada de Copan y de otros sitios de importancia arqueológica e histórica alrededor del país para proteger sus tesoros de conocimientos aún pendientes de rescate y redimir cuanto pueda los espacios y edificaciones emblemáticas para dedicarlas a fines culturales o para asegurar al menos su valor patrimonial.
- Formular políticas culturales coherentes con la realidad nacional y respetuosas de la diversidad. Para ello es fundamental:
A. Priorizar la revisión, discusión, socialización y actualización de legislación e instrumentos específicos respecto a la cultura, el patrimonio y las artes en coherencia con los instrumentos internacionales y la realidad de Honduras, entre estas consensuar una:
- Ley de Cultura y Artes
- Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación, para actualizar la de 1997
- Ley de Archivos y Bibliotecas
B. Recuperar y fortalecer los proyectos: Editorial Cultura (publicaciones hondureñas en texto y audio) y fortalecimiento de las bibliotecas municipales, con la inclusión de tecnologías de comunicación.
C. Retomar y fortalecer la educación Intercultural bilingüe, trabajando -como antes- en conjunto con la Secretaria de Educación, la UNAH y los pueblos originarios y afrodescendientes.
D. Proteger y promover los idiomas o lenguas de las poblaciones indígenas, como vehículo de transmisión de su cultura y el fortalecimiento de nuestra identidad cultural plural, así como de las prácticas tradicionales no verbales.
- El gobierno de LIBRE tomará acciones concretas para garantizar el funcionamiento descentralizado de los Consejos regionales de Cultura y Artes, permitiendo su efectiva presencia, gestión y acceso en todo el territorio nacional. Para ello:
- La infraestructura y acceso a los servicios básicos de cultura deben garantizar- se mediante mecanismos articulados entre la Secretaria que coordina, los Consejos Regionales de Cultura, con los consejos y gobiernos locales, asociaciones, entidades comunitarias y la cooperación internacional.
- Generar en los barrios y poblados que los procuren espacios de cultura y arte comunitario, de libre acceso y carácter incluyente, que contribuyan a mejorar la calidad de vida y brinden alternativas para todos.
- Fomentar la asociatividad del gremio artístico nacional como socio obligado y mecanismo de democratización y descentralización en la gestión pública de las Artes.
- Fomentar la creación, producción y difusión cultural y artística, empoderando al sector y brindando los mecanismos necesarios para garantizar el sustento digno y seguridad social.
- La infraestructura y acceso a los servicios básicos de cultura deben garantizar- se mediante mecanismos articulados entre la Secretaria que coordina, los Consejos Regionales de Cultura, con los consejos y gobiernos locales, asociaciones, entidades comunitarias y la cooperación internacional.
- Transversalización e internacionalización. En cuanto la cultura y las artes serán eje transversal del gobierno, se plantea:
- Desarrollar políticas e intervenciones en materia de desarrollo, turismo, educación, salud y medio ambiente, coherentes y respetuosas con los derechos culturales, de los pueblos, su diversidad y pluralidad identitaria y con las autoridades encargadas.
- Incorporar la diplomacia cultural, artística y diplomacia de los pueblos como elementos indisolubles de las relaciones internacionales y de cooperación.
- Fortalecimiento de la cooperación bilateral y multilateral para acceder a las culturas populares de todos los pueblos del planeta que nos correspondan.